No es fácil cambiar de modo de pensar. Es fácil ser feliz, pero aprender a no ser desgraciado puede resultar difícil. La felicidad es la condición natural de la persona. Esto es evidente cuando se observa a los niños pequeños. Lo que es difícil es deshacerse de todos los "deberías" y "tendrías que" que has digerido en el pasado. El nuevo pensamiento requiere ser consciente de tus viejos pensamientos. Te has acostumbrado a patrones mentales que identifican las causas de tus sentimientos en hechos externos.