El perdón.
el perdón contiene la promesa de que encontraremos la
paz que todos deseamos. Nos promete la liberación del poder que ejercen sobre
nosotros las actitudes y los actos de otras personas. Nos vuelve a despertar a
la verdad de nuestra bondad y el hecho de que somos dignos de amor. Contiene la
promesa cierta de que seremos capaces de descargarnos cada vez más de la
confusión emocional y de seguir adelante sintiéndonos mejor con nosotros mismos
y con la vida.
Basta decir la palabra «Perdona» y la reacción de
algunas personas es inmediata: «¿Estás de broma?», «¿Jamás!», o «¿Perdonarla
después de lo que me ha hecho?», o incluso «¡Ojalá pudiera!». A veces es
posible que la sola idea de perdonar a alguien intensifique los sentimientos de
cólera y rabia. Otras veces, puede que la idea produzca un inmediato alivio.
Todos tenemos un conjunto de ideas preconcebidas sobre
el perdón. Nuestro concepto del perdón puede provocar dos cosas: o bien
imposibilitarnos, o bien animarnos.
Si crees, por ejemplo, que perdonar
a alguien significa justificar su comportamiento y tener que aceptar cualquier
cosa que haya hecho, entonces tal vez hayas de considerar imperdonables a
muchas personas y aferrarte al rencor para siempre.
TRATA DE RETIRAR DE TU MENTE Y PONER EN UN LUGAR SEGURO TUS IDEAS O CONCEPTOS SOBRE EL PERDÓN PARA
QUE PUEDAS ABRIRTE A UN NUEVO MUNDO Y A UNA NUEVA DEFINICIÓN.
Qué no es perdonar
Perdonar no es justificar comportamientos negativos,
sería imposible si para perdonar hubiéramos de aceptar esos comportamientos.
Perdonar no es hacer como que todo va bien cuando
sientes que no es así. No omitas tu rabia.
Perdonar no es dejar pasar las cosas y volver al mismo punto.
El perdón no significa que debas cambiar de
comportamiento. Si yo perdono a un viejo amigo con quien he estado enemistada,
no por eso tengo que comenzar a llamarlo de nuevo... a no ser que realmente
desee hacerlo.
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