Todo pasa por una razón. No hay, no existe absolutamente nada que pase por casualidad. Duele terminar con una relación en la mayoría de los casos. A veces, porque fue mucho tiempo invertido en esa relación, otras veces, porque teníamos muchas ilusiones e ideas de grandeza en esa relación que no pudimos cumplir, otras, simplemente porque sabemos que extrañaremos a la persona que es objeto de nuestro amor y en muchos casos, duele porque sentimos que no encontraremos a nadie más, que nadie más nos amará tanto , y que es el fin de nuestra vida romántica, y de nuestra vida en general. Las relaciones se deben vivir en el presente, es emocionante pero no sabio hacer promesas e imaginar un futuro, sino vivir el momento tal como se nos entregue, esa es la mejor manera de crear estabilidad. En una relación, es fundamental disfrutar el momento y no esperar que las relaciones duren para toda la vida o mucho tiempo.