Resuelve que hacer resueltamente, con todo tu corazón. "El viajero que duda, únicamente levanta polvo en el camino”
Buda dice: Haz lo que tengas que hacer
resueltamente, pero por resolución no quiere decir voluntad, como
corrientemente figura en los diccionarios. Con ‘resolución’ quiere decir
desde un corazón resuelto, no desde la fuerza de voluntad, sino desde
un corazón decidido. Y recuerda, pone énfasis en la palabra ‘corazón’,
no en la mente. La fuerza de voluntad es parte de la mente.
Un corazón que ha dejado de estar
dividido, un corazón que ha llegado al estado de quietud, de silencio. A
eso se lo llama corazón resuelto.Haz lo que tengas que hacer
resueltamente, con todo tu corazón.
La mente nunca puede ser una; por su
propia naturaleza es muchas. Pero el corazón siempre es uno; por su
propia naturaleza no puede ser muchos. No puedes tener muchos corazónes,
pero puedes tener muchas mentes.¿Por qué? porque la mente vive en la
duda y el corazón vive en la confianza. El corazón sabe confiar; es la
confianza lo que le hace ser uno. Cuando confías de pronto llegas a
estar centrado. De ahí la importancia de confiar. No importa si confías
en la persona adecuada o no, No importa que tu confianza vaya a ser
explotada o no.
No importa si debido a tu confianza te
engañan o no. Hay muchas posibilidades de que te vayan a engañar, el
mundo está lleno de embusteros. Lo que importa es tu confianza, a partir
de tu confianza llegas a integrarte, lo cual es mucho más importante
que cualquier otra cosa.
No se trata de asegurarse primero de si
la persona merece confianza o no. ¿Cómo podrás estar seguro? y, ¿Quién
lo preguntará? Será la mente, y la mente solo sabe cómo dudar. Dudará.
Incluso uno dudará. CONFIAR NO SIGNIFICA QUE PRIMERO TENGAS QUE INDAGAR, QUE PRIMERO TENGAS QUE ASEGURARTE DE TODO,
garantizando y después confiar. Eso no es confiar, realmente eso es
dudar: porque ya no te quedan posibilidades para dudar y por eso
confias. Si surge otra posibilidad de dudas, volverás a hacerlo. La
confianza se da a apesar de todas las dudas, a pesar de lo que uno sea o
vaya a hacer. Sale del corazón, del amor. Confiar y amar con un corazón
resuelto te aportará transformación. Entonces nunca dudas. La duda
simplemente te mantiene fragmentado.
Da un salto decidido, sin ninguna
vacilación o a pesar de todas las dudas y llegarás a integrarte. Las
dudas desaparecen; te vuelves uno. Y hacerse uno es estar liberado;
liberado de esa estúpida multitud que existe dentro de ti; liberado de
tus pensamientos, deseos y recuerdos; liberado de la propia mente.
La próxima vez que tengas que decidir acerca de tu propia vida, que tengas que hacer una elección personal, hazte una pregunta muy importante: "¿Cuanto tiempo voy a estar muerto?" Ante esa perspectiva eterna, puedes decidir ahora lo que prefieres, lo que eliges, y dejar a los que siempre estarán vivos las preocupaciones, los temores, la cuestión de si te lo puedes permitir y la
culpabilidad.
culpabilidad.
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