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La espiritualidad tambien es ciencia

Se dice generalmente que la espiritualidad y la ciencia están en contraposición. 

Pero... ¿Es verdad que la espiritualidad y la ciencia se contradicen? No es apropiado para el siglo XXI continuar con esa mentalidad. La idea de que la ciencia y la espiritualidad se excluyen mutuamente de algún modo presta un flaco servicio a ambas.
Dios es la fuente del universo, cada uno puede creer lo que quiera, pero aquellos físicos más avanzados han declarado que el universo tiene que tener una fuente que estructure sus procesos, y han dicho que a base de sus descubrimientos, pueden afirmar que este no es para nada un sistema aleatorio.

Dios puede ser la misma consciencia universal que se encuentra en cada estrella, cada planeta y cada agujero negro y que funciona con armonía. Dios no tiene que ser necesariamente como nosotros en cuanto a los rasgos de personalidad, y de hecho no lo es. Dios es toda la vastedad del mundo que vemos y no comprendemos. 

Quizá lo más apropiado es dejar de llamarlo Dios, para desenlazarlo del concepto tradicional religioso. Llamemoslo fuente, o universo en sí mismo.
Como es sabido por las tribus indígenas de todo el mundo desde hace miles de años, cada cosa viviente sobre esta tierra, incluyendo nuestras propias células, tiene su propia consciencia. Afortunadamente la ciencia por fin está descubriendo esto y probándolo ahora. 
Dios no es un ser ajeno a la ciencia, si lo vemos en los términos apropiados. A la inteligencia universal algunos la han llamado espiritualidad, otros la han llamado ciencia. Y aunque sus terminologías son realmente diferentes, sus conceptos en esencia, coinciden. 
Apenas ahora, y en la última década, la humanidad ha logrado avanzar suficiente intelectualmente como para descubrir cosas increíbles...¡que los sabios pueblos indígenas ya sabían hace milenios!. 

Probablemente la espiritualidad se encuentra tan desprestigiada por la relación inmediata que se hace con la religiosidad, la charlatanería y las antiguas supersticiones. Debido a todas estas cosas negativas que la rodean, la espiritualidad suele ser dejada de lado por muchas personas, y con toda razón. Afortunadamente la ciencia está comprobando una a una las cosas que en un principio parecían impensables. 
Hace poco más de 100 años el radio era considerado una falsedad, un producto de la magia o la brujería, y nadie creía en algo así. Solo piénsenlo...voces saliendo de una caja, sin cables ni nada. 
La ciencia siempre hará avances, nunca se podrá decir que lo sabe todo, porque siempre cambia sus teorías, crea otras nuevas, corrige lo que ya estaba establecido. 

Carl Sagan el reconocido astrofísico, decía que "Es mucho lo que la ciencia no entiende, quedan muchos misterios todavía por resolver. En un universo que abarca decenas de miles de millones de años luz y de unos diez o quince miles de millones de años de antigüedad, quizá siempre será así. Tropezamos constantemente con sorpresas(...)
La ciencia está lejos de ser un instrumento de conocimiento perfecto. Simplemente, es el mejor que tenemos(...)para mí, cada vez que ejercemos la autocrítica, cada vez que comprobamos nuestras ideas a la luz del mundo exterior, estamos haciendo ciencia(...)
Los humanos podemos desear la certeza absoluta, aspirar a ella, pretender como hacen los miembros de algunas religiones que la hemos logrado. Pero la historia de la ciencia —sin duda la afirmación de conocimiento accesible a los humanos de mayor éxito— nos enseña que lo máximo que podemos esperar es, a través de una mejora sucesiva de nuestra comprensión, aprendiendo de nuestros errores, tener un enfoque asintótico del universo, pero con la seguridad de que la certeza absoluta siempre se nos escapará(...)
Uno de los grandes mandamientos de la ciencia es: «Desconfía de los argumentos que proceden de la autoridad.» (Desde luego, los científicos, siendo primates y dados por tanto a las jerarquías de dominación, no siempre siguen este mandamiento.) "
No es que "Dios" o la fuente, haya creado al universo y a nuestro mundo observándonos paternalmente desde algún lugar, porque decir eso es incurrir en el error de ver las cosas desde nuestros propios términos, a través de nuestros propios paradigmas. Pero podríamos decir que la colisión de energía eterno, llegó a crear lo que ahora llamamos materia. La materia tangible, ya es bien sabido, que es una configuración específica de la energía, es decir que es una forma de energía, como los rayos X, las ondas de radio, las ondas cerebrales e incluso los pensamientos y las intenciones.

Sabemos que el proceso descrito por los físicos, biólogos, geólogos y astrónomos del mundo sobre como se creó el universo es muy complicado. Entre ellos mismos ni siquiera llegan a un consenso de cual sea la verdad, por lo tanto no cabe discutirlo aquí. Pero si demuestra que no somos capaces de comprender la naturaleza de nuestra realidad, como para intentar encerrar a la fuente en nuestras propias limitaciones.

Estamos hechos de la fuente, a ella pertenecemos, somos polvo de estrellas. Somos la manera que tiene el universo de descubrirse a sí mismo, como dijo el conocido astrofísico Carl Sagan.

¿Qué es la espiritualidad como fuente de ciencia? 
A pesar del uso en sentido contrario, la palabra «espiritual» no implica necesariamente que hablemos de algo distinto de la materia (incluyendo la materia de la que está hecho el cerebro), o de algo ajeno al reino de la ciencia. En ocasiones usaré la palabra con toda libertad. La ciencia no sólo es compatible con la espiritualidad sino que es una fuente de espiritualidad profunda. Cuando reconocemos nuestro lugar en una inmensidad de años luz y en el paso de las eras, cuando captamos la complicación, belleza y sutileza de la vida, la elevación de este sentimiento, la sensación combinada de regocijo y humildad, es sin duda espiritual. Así son nuestras emociones en presencia del gran arte, la música o la literatura, o ante los actos de altruismo y valentía ejemplar como los de Mohadma Gandhi o Martín Luther King, Jr. La idea de que la ciencia y la espiritualidad se excluyen mutuamente de algún modo presta un flaco servicio a ambas.
-Carl Sagan
La fuente es la suprema ciencia.

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