Con esas palabras transformadoras, pronunciadas por curanderas indígenas, comienza el viaje para descubrir la extraordinaria capacidad de sanación del cuerpo humano.
Cuando esta perspectiva se me presentó, me encontraba sufriendo de un desorden severo de dolor crónico. Repentinamente me imaginé incorporando este concepto en mi rutina de meditación.
Pensé, ¿puede escucharme mi cuerpo...puedo hablarle para obtener su cooperación para sanar esta condición?
Esa noche, después de alcanzar un estado de profunda calma a través de la meditación, interiormente me uní con mi cuerpo en una conversación sentida, con esperanza, pero sin tener idea de qué esperar. Después de cerca de una hora en esta comunicación enfocada, algo sorprendente ocurrió.
Mis tejidos comenzaron a responder. El tejido conectivo tirado y rígido aparte de las capas de tejido cicatrizado. Nervios disparados y los músculos de mis pantorrillas comenzaron a realizar ejercicios de flexiones y extensiones independientes de mi control consciente.
Mientras esta respuesta continuaba, una de mis pantorrillas que se había paralizado por la condición neuropática — diagnosticada como distrofia simpática refleja — volvió a la vida como sacudidas electricas a través del area.
Mi corazón palpitaba mientras me daba cuenta de que el camino a mi liberación de esta condición había finalmente comenzado.
Pasos para la sanación dinámica
La práctica de la meditación regular es necesaria para entrenar el cerebro a entrar en estados de ondas alfa y theta.
Mientras estás en esos estados, la comunicación entre la mente consciente y el cuerpo físico es dramáticamente mejorada.
Durante la comunicación, hay tres pasos claves para obtener la cooperación del cuerpo:
Aproximate a tu cuerpo con compasión genuina, comprendiendo que está hecho de células conscientes que poseen su propia inteligencia.
Desarrolla confianza compremetiendote con tu cuerpo en conversaciones mentales sobre tu deseo de que ambos cooperen y superen la enfermedad.
Permite cambios en la conversación usando diferentes pensamientos y palabras que provoquen espontáneas y elevadas emociones.
El investigador Cleve Backster, pasó 36 años estuando la biocomunicación en plantas, animales y células humanas. El se refirió a esos factores como intención real, sintonización y espontaneidad.
Backster, anteriormente un especialista en interrogación de la CIA, escribió sobre el momento definitivo que lo guió a su trabajo real en este mundo, en su libro Percepción primaria.
Este momento ocurrió en una mañana de febrero de 1966 cuando el decidió monitorear la planta de Dracaena en su laboratorio utilizando un polígrafo.
El unió los electrodos a una hoja y comenzó a pensar en las formas en que podría inducir un aumento en la actividad eléctrica de la planta. En los humanos este aumento en la actividad eléctrica está asociada con emociones intensas.
Impresionado, caminó al escritorio de su secretaria para recuperar una caja de cerillas mientras reflexionaba sobre la posibilidad de que esta planta estuviera de algún modo detectando la fuerza de la intención humana.
¿Pueden las plantas estar sintonizadas con sus principales cuidadores?
Cuando el regresó con las cerillas, la planta aun estaba mostrando el mismo nivel alto de reacción el cual interferiría con rastrar cambios adicionales en el gráfico. Backster decidió "eliminar la amenaza" regresando los fósforos al escritorio.
A este punto, el gráfico demostró una tendencia a la caída mientras la planta aparentemente comenzó a calmarse. Cuando Backster intentó repetir los mismos resultados pretendiendo que iba a incendiar la planta, no hubo reacción. La planta parecía sentir la diferencia entre las intenciones reales y las falsas.
El eventualmente descubrió que las plantas se sintonizan con sus cuidadores principales, respondiendo a sus emociones tanto positivas como negativas y a su regreso tras haber estado lejos por un tiempo. Los descubrimientos del gráfico también mostraron que las plantan priorizan las emociones de sus cuidadores principales sobre las de los otros cercanos.
Backster más tarde expandió su investigación incluyendo tests de células humanas en busca de señales de consciencia.
El recogió glóbulos blancos de donantes humanos, les puso un conductor capaz de medir su actividad eléctrica en un tubo de ensayo y luego grabó las reacciones de las células mientras los donantes experimentaban diferentes estados emocionales. El descubrió que las emociones espontáneas estaban necesariamente con el fin de obtener una reacción eléctrica en las células.
Por ejemplo, si una donante se forzara a sí misma a sentir una emoción, las células no responderían. Sin embargo, cuando ella recibe una llamada telefónica estresante de su hija, las células reaccionaron significativamente.
El notó que la distancia parecía ser irrelevante en aquellos experimentos. Por ejemplo, un donante dejó sus células blancas con conducción eléctrica atrás en el laboratorio, luego mantuvo un registro detallado de cualquier emoción estresante experimentada de camino a casa en otro estado, tal como perder un turno en la autopista, hacer una larga fila en el aeropuerto, y el despegue de su avión.
Esos experimentos fueron conducidos usando un equipo que proyectaba la radiación electromagnética — las energías usuales usadas para transmisión de información. Las células se comportaron como si las pantallas no estuvieran ahí, sugiriendo que esta comunicación es llevada por un campo aún no identificado por la ciencia convencional.
Algunos científicos creen que los mayores desarrollos de la física cuántica podrían ayudar a guiarnos para entender este campo que comunica las intenciones emocionales entre los sere vivientes. El entrelazamiento cuántico es un proceso en el cual dos partículas de materia las cuales han interactuado entre sí, aun se comportan como si estuvieran conectadas después de ser separadas por muchas millas.
Cuando un cambio energético es hecho a las propiedades (posición, momento y giro rotativo) de una de las partículas, las propiedades de la otra partícula distante cambiará al mismo tiempo.
Este fenómeno científico y la investigación de Cleve Backster, apuntan al concepto oriental de la unidad — la visión de que toda la naturaleza es interdependiente. Las culturas antiguas entendían esta interconexión como un campo de energía universal viviente que sostiene la vida mientras guía la evolución de la consciencia en todo el universo.
Fuente: https://antarahealingarts.com/your-cells-are-listening-how-talking-to-your-body-can-help-you-heal-2
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