Además del pensamiento, pero no tan separada de el, está otra dimensión del ego: La emoción.
Claro está que no todo pensamiento ni toda emoción le pertenecen al ego.
Se convierten en ego solamente cuando nos identificamos con ellos al punto de permitir que nos suplanten por completo; es decir, cuando se convierten en el yo.
Nuestro cuerpo, tiene su propia inteligencia y lo mismo sucede con todas las demás formas de vida. Esa inteligencia reacciona a lo que dice la mente, a nuestros pensamientos. Claro está que la inteligencia del cuerpo es una parte inseparable de la inteligencia universal, una de sus incontables manifestaciones. Proporciona cohesión temporal a los átomos y las moléculas que componen el organismo. Es el principio organizador de todo el funcionamiento de los órganos del cuerpo. La emoción es la respuesta del cuerpo a un pensamiento.
Existe una sola moneda con diferente rostro,uno negativo y el otro positivo,lo podríamos llamar la unidad con doble polaridad,en un extremo se haya el bien,y en el otro extremo se haya el mal,en uno el amor y en el otro el odio,en uno la felicidad y en el otro la tristeza,de esa polaridad nacen las emociones mentales,que no le permiten al ser humano vivir a plenitud,con integridad,y mucho menos vivir un presente de manera natural,esas emociones ya están fundidas a nuestro ser,se encuentran en nuestras células,corren por nuestras venas,ya se encuentran programadas.
Debemos optar por salir de la doble polaridad mental,para regresar a la unidad de la conciencia divina,las energías con doble polaridad no dan estabilidad debido a los diferentes grados,las energías neutras de la conciencia divina están centradas y lo contienen todo,allí no se puede fraccionar ni el amor,ni la felicidad,allí hay plenitud con cualquier sentimiento natural.
Un Ser con Conciencia Divina se sabe parte Del Todo y por lo tanto sabe que lo que hace a los demás se lo hace a sí mismo, es respetuoso con la vida que le rodea, comprensivo, compasivo y sobre todo amoroso, pues sabe que EL AMOR es la Energía Primera, la Primera Esencia, aquello que Antes de Ser Ya Era.
Al amor universal no hay manera de fraccionarlo ,es como si yo intentara partir en pedazos un vacío,es por ese motivo que puedo estar amando a cualquier persona y ese amor jamás cambia,siempre será el mismo,ese amor hace que todos se sientan como si fueran un solo organismo vivo,podemos estar amando al mundo entero,de ahí nace la compasión,la tolerancia y demás atributos divinos,en esa unidad no hay cabida para el odio,por que este no existe,como tampoco existe la envidia,ni el rencor,debido a que su naturaleza neutra,no es igual a la naturaleza de la mente,dentro del amor gradual se encuentra el odio,dentro de la felicidad,la infelicidad,y dentro de su falsa luz se esconde la obscuridad.
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