Los que se encuentran tras bambalinas, esos que se creen los dueños de ti y del mundo sólo por haber aportado un poco de su tecnología para que tu te plasmaras como ser humano buscan desesperadamente desde milenios atrás programarte con un sinfín de cosas QUE NO ERES TÚ, para así tu sigas apoyando a su miserable creación, su miserable creación piramidal de poderes políticos, clases sociales, estándares sociales, religiones, etc.
Si observas en el mundo todo es desde un más arriba hasta un más abajo que alimenta al de más arriba, nos han programado tanto que incluso necesitamos de los que consideramos “más abajo” para subsistir, tienes empleados, tienes animales para tu alimento, transporte, tienes plantas para tu alimento, incluso para tu oxígeno, todo eso es parte de una programación de control, de un necesitar del otro para subsistir y este necesitar no es un necesitar de amor y servicio, sino un necesitar destruirte o absorberte para que yo pueda existir.
La cadena alimenticia, en la cual no somos los de hasta arriba es un sinfín de matanzas y abusos que al parecer difícilmente se puede resolver. Muchas veces nos podemos poner en el papel de víctimas de los de arriba que se alimentan de nuestra energía, sentimiento,
emoción, etc. pero en realidad no estamos siendo objetivos al darnos cuenta de cómo nosotros a las razas que pudieras considerar por debajo de ti. Tanto maltrato animal, tanto maltrato a la fauna, tanto maltrato al agua, a la tierra, al fuego, al aire, tanto
maltrato a todo lo que nos rodea, cada pensamiento incluso los afecta positiva y por supuesto que negativamente, no podemos seguir viviendo más el rol de victimismo en el cual dejamos de ser responsables y duros con la vida que nos rodea, vaya, con nuestra
propia familia, tanto abuso infantil, tanto sometimiento a la feminidad, tanta barbarie, tanto materialismo, tanta absurda pelea por “ser el mejor” ¡basta ya! Seamos responsables pues de nosotros mismos para entonces si empezar a crear ese mundo soñado, pues yo creo que todo es posible, pero depende de cada uno de nosotros, de nuestro trabajo interior, de reconocer nuestros demonios internos para así saber como trabajar con ellos, sanarlos, liberarlos, transmutarlos, amarlos.
Comentarios
Publicar un comentario