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Mostrando entradas de febrero, 2017

Infelicidad latente

El ego crea separación y la separación crea sufrimiento. Aparte de las formas más claras de negatividad como la ira, el odio y demás, hay otras más sutiles, las cuales son tan comunes que por lo general no se las reconoce por lo que son. Entre ellas se cuentan la impaciencia, la irritación, el nerviosismo, el hastío , etcétera.  Esas formas de negatividad son la infelicidad latente , estado interior en el cual suelen permanecer muchas personas.  El siguiente es uno de los estados negativos más comunes, el cual puede pasar desapercibido precisamente por ser tan común y normal. Seguramente usted estará familiarizado con él. ¿Suele usted experimentar una sensación de descontento que podría describir como un resentimiento latente? Puede ser específico o inespecífico. Muchas personas pasan gran parte de sus vidas en ese estado. Se identifican hasta tal punto con él que no pueden tomar distancia para reconocerlo. Detrás de esa sensación hay ciertas creencias inconscientes, es decir

La mejor manera de trascender la negatividad

La persona que está aprisionada por el ego no reconoce el sufrimiento como tal, sino que lo ve como la única respuesta apropiada para una determinada situación. En su ceguera, el ego es incapaz de ver el sufrimiento que se inflige a sí mismo y que inflige a otros. Los estados negativos como la ira, la ansiedad, el odio, el resentimiento, el descontento, la envidia, los celos y demás, no se ven como negativos sino que se consideran totalmente justificados y además no se perciben como nacidos de nosotros mismos sino de alguien más o de algún factor externo. "Te hago responsable de mi sufrimiento". Esto es implícitamente lo que dice el ego. El ego no puede distinguir entra una situación y la interpretación o la reacción frente a ella. 

Se tu mismo

Cuando no representamos papeles, no hay ego en lo que hacemos. No hay un propósito oculto: protegernos o fortalecernos. El resultado es que nuestros actos ejercen un poder mucho mayor. Nos concentramos totalmente en la situación. Somos uno con ella. No tratamos de ser alguien en particular. Cuando somos totalmente nosotros mismos, nuestros actos son más poderosos y eficaces. SÉ TU MISMO Pero no debemos esforzarnos por ser nosotros mismos. Ese es otro papel. Se llama " mi yo natural y espontáneo" .

PATERNIDAD CONSCIENTE

SER PADRES: ¿PAPEL O FUNCIÓN? Muchos adultos representan personajes cuando hablan con los niños. Utilizan palabras y sonidos ridículos. Le hablan al niño como si fuera inferior y no lo tratan como su igual. El hecho de que sepamos más o seamos más grandes transitoriamente no significa que el niño no sea igual a nosotros.  En algún momento de la vida, la mayoría de los adultos se convierten en padres, uno de los papeles más universales. La pregunta más importante es si podemos cumplir la función de ser padres y cumplirla bien, sin identificarnos con esa función, es decir, sin convertirla en un papel dentro del drama. Una parte necesaria de la función de ser padres es satisfacer las necesidades del niño, evitar que corra peligros y, en ocasiones, decirle lo que debe o no hacer. Sin embargo, cuando esa función se convierte en identidad, cuando nuestro sentido de ser se deriva totalmente o en gran medida de ella, la función toma precedencia, se engrandece y asume el control. 

Interpretando personajes

Claro está que en este mundo las personas inteligentes cumplen diferentes funciones. No podría ser de otra manera. En lo que respecta a las habilidades intelectuales o físicas como el conocimiento, las destrezas, los talentos y los niveles de energía, hay una gran variedad entre los seres humanos. Lo que realmente importa no es la función que cumplimos en este mundo, sino si nos identificamos hasta tal punto con esa función que ella se apodera de nosotros y se convierte en el personaje de un drama que representamos. Cuando representamos personajes estamos inconscientes. Cuando reconocemos que estamos representando un personaje, ese simple reconocimiento crea una separación entre nosotros y el personaje. Es el comienzo de la liberación. Cuando estamos completamente identificados con un personaje, confundimos un patrón de comportamiento con nuestra verdadera esencia y nos tomamos muy en serio.

Las mil caras del ego REPRESENTACION DE PERSONAJES

Un ego que desea algo de otra persona, trátese de una ganancia material, una sensación de poder o de superioridad, una sensación de ser especial, o algún tipo de gratificación, ya sea física o psicológica. Por lo general, las personas no toman conciencia alguna de los personajes a los cuales representan. Son esos personajes.  Algunos papeles son sutiles; otros son francamente manifiestos, salvo para la persona que los representa. Algunos papeles sólo tienen por objeto atraer la atención de los demás. El ego se alimenta de la atención de los demás, la cual es, después de todo, una forma de energía psíquica. El ego ignora que la fuente de toda energía está en el interior, de manera que la busca externamente.  El ego no busca la atención informe de la Presencia, sino alguna forma de atención como el reconocimiento, la alabanza, la admiración, o sencillamente ser notado de alguna manera, lograr que se reconozca su existencia. 

La verdadera identidad mas alla del ego

Cuando el ego está en guerra, no es más que una ilusión que lucha por sobrevivir, la ilusión cree ser nosotros. Al principio no es fácil estar ahí en calidad de la Presencia que observa, especialmente cuando el ego está empeñado en sobrevivir o cuando se ha activado algún patrón emocional del pasado. Sin embargo, una vez que hemos experimentado el poder de la Presencia, éste aumentará y el ego perderá su control sobre nosotros. Es así como entra en nuestra vida un poder mucho más grande que el ego, más grande que la mente. Lo único que debemos hacer para liberarnos del ego es tomar conciencia de él, puesto que la conciencia y el ego son incompatibles. La conciencia es el poder oculto en el momento presente; es por eso que la llamamos también Presencia. La finalidad última de la existencia humana, es decir, nuestro propósito, es traer ese poder al mundo. Esta también es la razón por la cual no podemos convertir la liberación del ego en un objetivo alcanzable en un fut

NADA ES PERSONAL: EGO

LA VIOLENCIA Y TENER LA RAZÓN A nivel colectivo, la idea de que "Tenemos la razón y los otros están equivocados" está arraigada profundamente en particular en aquellas zonas del mundo donde el conflicto entre las naciones, las razas, las tribus, las religiones o las ideologías viene desde tiempo atrás, es extremo y endémico. Las dos partes del conflicto están igualmente identificadas con su propio punto de vista, su propio "relato", es decir, identificadas con el pensamiento.  Las dos se consideran víctimas y ven en la "otra" la encarnación del mal. Y como han deshumanizado a la otra parte al considerarla enemiga, pueden matar e infligir toda clase de violencia recíproca, hasta en contra de los niños, sin sentir su humanidad y su sufrimiento. Es obvio entonces que el ego, en su aspecto colectivo del "nosotros" contra "ellos" es todavía más demente que el "yo", el ego individual, si bien el mecanismo es el mismo. La mayor

TENGO LA RAZON

Tener la razón, fabricar el error Cuando nos quejamos, encontramos faltas en los demás y reaccionamos, el ego fortalece la noción de los linderos y la separación de la cual depende su existencia. Pero también se fortalece de otra manera al sentirse superior. Quizás no sea fácil reconocer que nos sentimos superiores cuando nos quejamos, por ejemplo, de una congestión de tráfico, de los políticos, de la "codicia de los ricos" o de "los desempleados perezosos", o de los colegas o del ex esposo o la ex esposa. La razón es la siguiente. Cuando nos quejamos, la noción implícita es que tenemos la razón mientras que la persona o la situación motivo de la queja o de la reacción está en el error.  No hay nada que fortalezca más al ego que tener la razón. Tener la razón es identificarse con una posición mental, un punto de vista, una opinión, un juicio o una historia.  Claro está que para tener la razón es necesario que alguien más esté en el error, de tal ma

¿Pienso luego existo? El error de descartes

Del error de Descartes a la visión de Sartre Descartes, el filósofo del siglo diecisiete, considerado el fundador de la filosofía moderna, dotó de expresión a este error primario con su famosa aseveración (para él la verdad primaria) de "Pienso, luego existo" . Fue su respuesta a la pregunta de si "¿Hay algo que pueda saber con absoluta certeza?" Se dio cuenta de que no había duda alguna acerca del hecho de estar pensando constantemente, de manera que concluyó que pensar era sinónimo de Ser, es decir que la identidad –el yo– era sinónimo del pensamiento. En lugar de la verdad última, encontró la raíz del ego, aunque nunca lo supo.  Pasaron casi 300 años antes de que otro filósofo famoso reconociera en esa afirmación algo que ni Descartes ni nadie más había visto. Su nombre era Jean Paul Sartre. Reflexionó a fondo acerca de ese "Pienso, luego existo" y súbitamente descubrió, según sus propias palabras, que "La conciencia que dice ' existo

La identificacion con el cuerpo EGO

Aparte de la identificación con los objetos, otra forma primordial de identificación es con mi cuerpo. Ante todo, el cuerpo es masculino o femenino, de manera que el sentido de ser hombre o mujer absorbe buena parte del sentido del ser de la mayoría de las personas. El género se convierte en identidad. La identificación con el género se promueve desde los primeros años de vida y obliga a asumir un papel y a amoldarse a unos patrones condicionados de comportamiento que inciden en todos los aspectos de la vida y no solamente en la sexualidad. Es un papel en el cual quedan atrapadas totalmente muchas personas. En algunas culturas tradicionales, el peor destino para una mujer es ser soltera o infértil, y lo peor para un hombre es carecer de potencia sexual y no poder producir hijos. La realización en la vida es sinónimo de la realización de la identidad de género. La apariencia física del cuerpo contribuye en gran medida a nuestro sentido de lo que creemos ser: su vigor o debi

La propiedad es una ilusión

¿Qué significa realmente ser dueños de algo? Si parados en la mitad de una calle en Nueva York señalamos un rascacielos y decimos, "Ese edificio es mío, me pertenece", o bien es porque somos muy ricos, mentirosos o locos. En todo caso, contamos una historia en la que la forma mental "yo" y la forma mental "edificio" se confunden en una sola. Es así como funciona el concepto mental de la propiedad. Si todo el mundo coincide con nuestra historia, se producirán unos documentos para certificar ese acuerdo. Entonces somos ricos. Si nadie está de acuerdo con la historia, terminaremos donde el psiquiatra. Entonces somos locos o mitómanos.  Bien sea que los demás estén o no de acuerdo, no tienen absolutamente nada que ver con lo que somos.  "Bienaventurados los pobres de espíritu", dijo Jesús, "porque de ellos es el reino de los cielos".   ¿Qué significa ser "pobres de espíritu"?

¿Te identificas con tus cosas?

La razón por la que se produce el sufrimiento agudo en la pérdida de algún objeto está oculta en la palabra "mío". La compulsión inconsciente de promover nuestra identidad a través de la asociación con un objeto es parte  de la estructura misma de la mente egotista . Una de las estructuras mentales básicas a través de la cual entra en existencia el ego es la identificación. Así, cuando nos identificamos con algo,dotamos a ese algo de un sentido de ser, de tal manera que se convierte en parte de nuestra "identidad". En uno de los niveles más básicos de identificación están las cosas: el juguete se convierte después en el automóvil, la casa, la ropa, etcétera. Tratamos de hallarnos en las cosas pero nunca lo logramos del todo y terminamos perdiéndonos en ellas. Ese es el destino del ego.  LA IDENTIFICACIÓN CON LAS COSAS   Quienes trabajan en la industria de la publicidad saben muy bien que para vender cosas innecesarias a las personas, deben convencerla

EL ESTADO ACTUAL DE LA HUMANIDAD

Palabras y etiquetas Las palabras, ya sean vocalizadas o formuladas en los pensamientos, pueden ejercer un efecto prácticamente hipnótico sobre la persona. Es fácil perdernos en ellas. Nos dejamos llevar por la idea  de que el simple hecho de haberle atribuido una palabra a algo es lo mismo que saber lo que ese algo es. La realidad es que no sabemos lo que ese algo es. Solamente hemos ocultado el misterio detrás de una etiqueta. Todo aquello que podemos percibir, experimentar o pensar es apenas la capa superficial de la realidad, menos que la punta de un iceberg.  Debajo de la superficie no solamente todo está conectado entre sí, sino que también está conectado con la Fuente de la vida de la cual provino. Hasta una piedra, aunque más fácilmente lo harían una flor o un pájaro, podría mostrarnos el camino de regreso a Dios, a la Fuente, a nuestro propio ser. Cuando observamos o sostenemos una flor o un pájaro y le permitimos ser sin imponerle un sustantivo o una etiqueta me

Una nueva tierra EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA

Seguramente a medida que la consciencia humana se fue desarrollando, las flores pudieron ser la primera cosa que los seres humanos valoraran, sin que representara un valor utilitario para ellos, es decir, sin que tuvieran alguna relación con su supervivencia. Jesús nos dijo que contemplemos las flores y aprendamos a vivir como ellas. La belleza de una flor pudo arrojar un breve destello de luz  sobre la parte esencial más profunda del ser humano, su verdadera naturaleza.  El momento en que se reconoció por primera vez la belleza fue uno de los más significativos de la evolución de la conciencia humana. Los sentimientos de alegría y amor están íntimamente ligados con ese reconocimiento. Si utilizamos la palabra "iluminación" en un sentido más amplio del aceptado convencionalmente, podríamos pensar que las flores constituyen la iluminación de las plantas.