Tener la razón, fabricar el error
Cuando nos quejamos, encontramos faltas en los demás y reaccionamos, el ego fortalece la noción de los
linderos y la separación de la cual depende su existencia. Pero también se fortalece de otra manera al
sentirse superior. Quizás no sea fácil reconocer que nos sentimos superiores cuando nos quejamos, por
ejemplo, de una congestión de tráfico, de los políticos, de la "codicia de los ricos" o de "los desempleados
perezosos", o de los colegas o del ex esposo o la ex esposa.
La razón es la siguiente. Cuando nos quejamos,
la noción implícita es que tenemos la razón mientras que la persona o la situación motivo de la queja o
de la reacción está en el error. No hay nada que fortalezca más al ego que tener la razón. Tener la razón es identificarse con una posición
mental, un punto de vista, una opinión, un juicio o una historia.
Claro está que para tener la razón es
necesario que alguien más esté en el error, de tal manera que al ego le encanta fabricar errores para tener
razón. En otras palabras, necesitamos que otros estén equivocados a fin de sentir fortalecido nuestro ser. Las quejas y la reactividad, para las cuales "esto no tendría por qué estar sucediendo", pueden dar lugar al
error no solamente en otras personas sino también en las situaciones.
Cuando tenemos la razón nos
ubicamos en una posición imaginada de superioridad moral con respecto a la persona o la situación a la cual
juzgamos y a la cual encontramos en falta. Esa sensación de superioridad es la que el ego ansía y la que le
sirve para engrandecerse.
Autor: Eckhart Tolle.
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